Bitácora: 03/01/2020 En búsqueda del Edén

    Al comenzar el sueño me encontraba en una aeronave de gran tamaño. Yo era un soldado y me encontraba con algunos otros soldados más, cabe resaltar que no éramos pocos soldados, ni la aeronave era pequeña. Sabía que todos nosotros llevábamos un largo tiempo en aquella nave que usábamos como base, durante todo ese tiempo habíamos realizado un gran número de misiones. El ambiente se sentía bastante tenso, no tenía la más mínima idea del por qué, así que para empezar, debía recopilar información de lo que estaba pasando.

    Así que ha manera de videojuego tenía que encontrar objetos que me permitieran acceder a las diferentes partes de la aeronave, también hablar con quienes pudiera, para recabar información e ir armando el rompecabezas. Esto realmente me tomó muchas horas en el sueño, pero no es relevante como tal. En algún momento tuve acceso a un área como de experimentación y gracias a algún accidente que no recuerdo, me podía mover a gran velocidad. Gran parte del sueño fue aprender a usar esta velocidad que era diferente a lo que ya había hecho antes en sueños.

    Gracias a mi nueva habilidad era tomado en cuenta juntos con otro par de compañeros que también tenían habilidades especiales como soldados de élite. Teníamos mayor confianza por parte de los altos mandos. Un detalle a considerar, era que nuestro reducido grupo de élite era del agrado de dos generales, a tal modo que nos protegerían ante cualquier situación.

    Dentro de la información que logré recabar, supe que llevábamos mucho tiempo en aquella base, recorriendo distintos puntos en misiones ultrasecretas, pero la mayoría de los soldados iban en contra de su voluntad porque dichas misiones eran un tanto grotescas.

    En algún punto, un individuo de traje nos llamó (al escuadrón de élite), este sujeto no era un soldado como tal, aunque si tenía mucho poder sobre todos. Este individuo tenía un aura extraña, como si estuviera loco. Ya reunidos el escuadrón de élite y un par de directivos, nos decía dicho individuo que el propósito verdadero de las misiones había estado encubierto para todos, que era máxima prioridad que nadie supiera; a nosotros nos lo decía porque nos asignarían una misión diferente a la de los demás una vez llegando a tierra. Este señor nos indicaba que estábamos en búsqueda del original jardín del edén y todas las misiones tenían cierta conexión. Nos mostró un mapa del mundo y nos indicó una isla al noroeste de África. Nos decía que este lugar había estado oculto a la humanidad desde el principio de los tiempos, que como tal no se encontraba en dicha isla, si no que ahí había un camino, una especie de portal que nos llevaría al edén porque no se encontraba en el mismo plano que el nuestro. Nosotros aún no salíamos de nuestro asombro cuando nos dijo que mucha de la información había sido compartida por un ser. Mientras no decía esto apareció un ente, que si bien no era terrorífico como tal, si causaba una tremenda repulsión al ser visto, no era como si diera asco o miedo, pero producía una sensación que hacía que quisieras alejarte corriendo de esa cosa. Para quienes vieron la película de Justice League supongo que lo más parecido que lo puedo describir es como la versión de Steppenwolf  de Zack Snyder, dejo una imagen al final.

    El hombre de traje nos seguía decidiendo que este ser ancestral; que no especificó como lo encontró, le había dado mucha información, que no lo juzgáramos por su apariencia que debíamos confiar en él, nos decía que tenía algún tiempo ayudando a los militares. Todos salimos de dicha reunión sin saber que decir, yo continué buscando pistas, ya que sentía que aún nos ocultaban cosas, además de que todo era muy extraño. Después de algo de búsqueda encontraba unos compartimientos secretos donde había un grupo de gente; mujeres y niños, todos parecían ser vulnerables. Hablando con ellos me daba cuenta que habían sido secuestrados y usados para cosas horribles, ellos me decían que el monstruo mencionado anteriormente bajaba para abusar de todos. Ante esto, yo regresaba y les decía a los compañeros del escuadrón de élite que cuidaran de esas personas mientras buscaba respuestas. Hablaba con uno de los generales que confiaba en nosotros (que curiosamente era igualito a Francisco I. Madero), él me decía que no estaba al tanto del asunto, pero sabía que que la criatura era malavada y jamás confió en él. El general me ordenó que buscara a los otros miembros del escuadrón porque él junto con el otro general que nos apoyaba tomarían el control, pero como eran minoría necesitarían toda la ayuda posible para que fuera lo mas rápido y discreto posible.

    Al bajar de nuevo al compartimiento donde se encontraba la gente, me daba cuenta de que la criatura también estaba ahí. Mis compañeros trataban de hacerle frente, uno de ellos estaba en el piso muy herido, casi inconsciente. Al alzar la vista observé como de un solo golpe arrojó varios metros lejos a otro de ellos; recuerden que todos ellos tenían habilidades especiales que los hacían más poderosos y este monstruo los aventaba como moscas. Al último que quedaba en pie le ordené que se llevara a los otros dos de ahí, que yo le haría frente. Al alzar la vista de nuevo, este monstruo ya se dirigía hacia mi. Una tercia de niños se puso frente a mi y me decían que escapara, que me comprarían tiempo, que estaban agradecidos de que los ayudamos con comida y cuidándolos en el poco tiempo que pasamos con ellos. Obviamente ignoré su plan, les sonreí y les decía que podía con él, que confiaran mi.

    Había observado que si bien el monstruo era absurdamente fuerte, no era nada rápido, ni tampoco era inteligente en combate, era solo fuerza bruta. Mi táctica era usar mi velocidad para darle la mayor cantidad de golpes posibles y después ponerme a una distancia segura, estaba funcionando bastante bien hasta que un golpe, un solo golpe, bastó para moverme todas las neuronas y casi sembrarme en el piso, logré ponerme a una distancia segura antes de que me rematara. Me había dado cuenta de que me vencería antes de que yo a él, si no hacía algo diferente. Durante el combate también me había dado cuenta de que su fuerza venía del impulso que tomaba, entonces se me ocurrió inmovilizarlo en el suelo; con una llave lo dejé sin posibilidad de mover sus brazos, ya sin el impulso había perdido su fuerza descomunal. Aprovechando mi velocidad le asestaba un golpe en la cara y rápidamente volvía a la posición de la llave, esto era posible únicamente gracias a mi velocidad. Después de algunos golpes directos a la cara, el monstruo por fin cedió y fue vencido. 

    Al regresar arriba, el general me había indicado que con la ayuda del escuadrón habían podido tomar el poder sin ningún problema ni contratiempo. Ya con todos reunidos estábamos hablando sobre el siguiente paso que debíamos de dar. Yo decía que ya que nos habíamos deshecho de los otros, igual debíamos continuar con la misión de encontrar el Edén, con eso podíamos beneficiar a la humanidad, que no sabíamos las verdadera intenciones de la criatura que había estado detrás de todo, pero ya con él fuera del juego nosotros podíamos hacerlo, pero hacerlo de la manera correcta. Uno de mis compañeros asentía con la cabeza y después me dijo que exactamente era lo que pensaban todos.




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