Al contrario de las cosas que he publicado que son de hace muchos años esta ocurrió hace a penas 3 noches. No pongo esta entrada como parte del diario porque al contrario de las anécdotas de dicha sección esta presentaba cierta libertad, pero con restricciones muy definidas.
El sueño comenzaba en una ciudad bastante grande, donde recorría algunas partes de dicha ciudad, impresionado de la variedad de cosas que existan: grandes edificios, grandes calles, muchos lugares de interés. Estaba asombrado porque en el sueño tenía la mentalidad de que era pobre, recuerdo un poco del lugar donde vivía, un pequeño departamento en un callejón algo lúgubre. Después de abandonar dicho lugar me dirigí rumbo a una torre de departamentos de primer nivel, me sentía atraído por ese lugar, subí a uno de los departamentos en la parte superior de este y al entrar me sentí maravillado con el lujo con el que me encontraba; desee vivir en un lugar así, frente a mi se encontraba una ventana, pero esta abarcaba toda la pared; como en las películas, cuando contemplé hacia afuera se encontraban dos personas suspendidas en el aire sosteniendo una gran batalla, uno era un hombre que no pude distinguir muy bien ya que a su alrededor había una gran energía de color morado muy intenso, dicha energía la usaba para volar, levantar objetos a distancia, imaginar armas o simplemente arrojar energía, percibía a esta individuo con alguien en extremo bueno y sabía que el departamento donde me encontraba le pertenencia a él. Su rival era el típico cliché de un hechicero, barba larga y canosa, cabello largo, sombrero picudo y un cetro que usaba a manera de arma y para realizar invocaciones, fue una batalla bastante pareja, de pronto se alejaron de mi rango visual y yo baje rápidamente para tratar de encontrarlos, llegué justo cuando el hechicero derrotaba al hombre de morado y al ver su hazaña solo se fue, con sus últimas palabras me dijo que dejaba todo lo que era suyo, que había sido escogido, eso también incluía sus habilidades, al desvanecerse pude ver como brotaba de mi la misma energía morada con la que el había luchado, fue extraño, esta energía era diferente a las cosas que he hecho en sueños; antes todo venía de mi y necesitaba una grandísima concentración para que no perdiera efecto, en este caso esto no era así, el poder no venía de mi, todo era muy fácil de hacer, no se disipaba ni perdía solidez, entré a mi nuevo departamento y practiqué un poco con este nueva energía, el hechicero se paro de nuevo frente a la ventana de manera desafiante, corrí hacia el rompiendo el vidrio y comencé una batalla con el, debo decir que más que nada fue una batalla de ingenio y estrategia, sus ataques no tenían mucho efecto, pero el era hábil para moverse y resistir, después de una larga batalla lo derroté, no recuero si paso algo después o se termino el sueño.
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