En el sueño comenzaba en la entrada de una enorme ciudad, para ser exactos del tamaño de un planeta, dicha entrada estaba una pared inmensa con puertas parecidas a las de un centro comercial. Tenía conocimiento propio del sueño, es decir, sin que nadie me hubiera dicho nada previamente ya sabía un par de cosas: sabía que estaba en el infierno, que dicho infierno estaba en un lugar lejano en el espacio, que me encontraba en la palma de buda (no tengo idea de que significaba eso). También conocia las "reglas", cualquiera podía trascender al siguiente plano existencial yendo al final de la ciudad que se encontraba en el punto opuesto. Para esto había una simple regla, podías pasar el tiempo que quisieras en dicha ciudad, hablar o interactuar con quienes estuvieran allí, pero prácticamente no podías nada más, de lo contrario te quedarías ahí por la eternidad, algunos ejemplos eran beber alcohol o incluso una taza de café, pelearte, ir a un casino, etc.
La ciudad como mencioné anteriormente era gigante, había demasaidas cosas que se podían hacer con el propósito de que la gente se quedara atrapada. Era como tener lo mejor de cada ciudad del mundo. El color del cielo era entre rojizo claro y violeta claro, desde luego daba un aspecto de lo más genial, pero al mismo tiempo algo macabro. Como mencione anterioemnte, todo esto lo sabía sin que nadie me lo hubiera dicho previamente, después de reflexionar un poco y decidirme a salir de ahí comenzó mi aventura, a penas había avanzado algunos pasos cuando obseré a una chica sentada en el suelo llorando, le presté atención porque conocía su rostro, no era una amiga mia, pero sabía quien era, así que me dio algo de lástima, al acercarme a ella y preguntarle porque lloraba, me contestó que era demasiado débil como para no quedarse atrapada, le di la mano para que se levantara y le dije que yo la llevaría hasta el otro lado y que estaría al pendiente de que no hiciera nada fuera de las reglas, me agradeció y comenzó el camino... o eso pensé, esta chica me rogó que buscáramos a su hermana que había llegado un poco antes que ella, eso hicimos, no nos costó mucho encontrarla, y ahora si empezó el viaje, para mi fue sencillo, estaba decidido a solo caminar, pero vaya que la ciudad era increible con solo mirar, la parte complicada fue ciudar a Casiel (nombre de la chica que me acompañaba) su hermana no fue mucho problema, pero con Casiel era como cuidar a un niño pequeño, en un descuido ya estaba en una cafetería a punto de beber un café caliente, logré quitárselo, ella bajo su mirada y solo dijo que amaba el cafe; puedo entender un poco la dificultad porque TODO era GRATIS; la perseguí en casinos, evite que peleara, inclusive que comiera comida china, en todo aquello que no se podía hacer, tuve que rescatarla, su hermana solo era algo despistada, su problema más que nada era que no sabía a donde ir. Después de lo que pareció una eternidad llegamos al final de dicha ciudad, el aspecto de la salida era idéntico al de la entrada, un muro gigante con puertas de centro comercial, recuerdo quedarme atrás y contemplar como ambas chicas cruzaban, lo mejor del sueño fue sentir la satisfacción que después de pasar un inferno dentro del infierno con Casiel pude llevarla al final, antes de cruzar la puerta giro a verme y me sonrió en agradecimiento, la sensación fue indescriptible, cuando cruzé la puerta desperté.
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