Después de la experiencia narrada en la parte 1 quedé bastante perturbado durante muchos días, esperando que jamás se volviera a repetir aquella experiencia de nuevo. Viví un aunténtico infierno aunque solo haya sido por poco tiempo.
Tuvieron que pasar al rededor de 6 o 7 años para que aquella experiencia aterradora volviera a repetirse o al menos a tratar de. Para ese entonces, mi confianza en mi mismo era muy alta, esto es muy importante para estar calmado y no tener miedo, y con esto, poder hacerle frente a lo que sea que pase, también estaba bastante "entrenado" sobre como funcionaban las cosas en el mundo onírico y cómo podía hacer frente ante cualquier ente que se presentase para tratar de hacerme algo.
De manera muy similar a la anterior, me desperté bastante sobreexaltado sin ninguna aparente razón, inmediatamente comencé a sentir aquella inmensa desesperación producida al sentir ese jalón de mi "alma" por parte de algún ser extraño. Lo primero que hice fue cerrar los ojos para poder concentrarme en lo que estaba sintiendo y poder calmarme. No tenía porque tener miedo, ya no era alguien indefenso y aunque las cosas salieran mal no iba a irme sin dar pelea, con ese pensamiento el poco miedo y la ansiedad que llegaban se disiparon. Una vez que estuve tranquilo me enfoqué en tratar de sentir que pasaba a mi alredor, esto era un poco complicado ya que lo había hecho cientos de veces en sueños y en terrores nocturnos, pero para ese entonces no estaba seguro si podía hacer las mismas cosas en el plano real y si iban a funcionar, pero no tenía nada que perder.
Al concentrarme con los ojos cerrados, pude sentir donde se encontraba aquel ser que quería atormentarme. Sentía como si hubiera una cuerda atada a mi y este ser la jalara junto con mi "alma" para apoderarse de ella, así que traté de hacer lo mismo en sentido inverso, jalar la cuerda hacia mi. Al hacerlo poco a poco fui haciéndome con el control de la "cuerda" y con esto, regresar todo a la normalidad. El ser al ver que no podía lograr su propósito solo fue. Al terminar, estaba completamente exhausto, como si hubiera pasado todo un día estudiando para algún examen. Todo el "forcejeo" me tenía cansado, pero activo, tuve que estar sentado todo el resto de la noche.
No fue la última vez que fui atacado de esa manera, quizás un año y medio después volvieron a intentar lo mismo, esta vez la sorpresa fue menor, el tiempo de minutos que me había tomado calmarme la última vez se redujo a un par de segundos. Esta vez en vez de forcejear con la "cuerda" fui directamente a atacar al ente, imaginando un flujo de "energía" proveniente de mi hacia él, no lo soportó y así terminó, todo en un par de segundos, está vez no me sentía cansado, solo bajé por agua y pude dormir de nuevo.
Puede sonar muy surrealista toda esta experiencia, pero primero debo decir que estaba completamente despierto y con los ojos abiertos y segundo, nada de esto era "visible", fue más como una combinacion muy intensa de sensaciones que te da una idea de cómo y dónde están las cosas, como cuando cierras los ojos en un lugar con mucha gente, no los ves, pero puedes sentir como pasan y darte una idea de qué hay y dónde.
La sensación de impotencia y miedo que producen este tipo de experiencias son las que nos dejan indefensos, al controlarnos realmente tenemos el poder de tomar el control de la situación.
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