En muy contadas ocasiones mis anécdotas han pasado de los sueños a la realidad y esta es una de ellas, que es por mucho la experiencia más perturbadora que he tenido.
Estaba quizás en mis 19 o 20 años. En ese tiempo aunque ya había tenido bastantes experiencias oníricas, aún no entendía el alcance que podían llegar a tener en general. Esa noche no recuerdo que haya pasado nada interesante en particular, ni físicamente, ni en los sueños, antes de la experiencia que tuve. En medio de la madrugada desperté sobreexaltado, esto era extraño porque no me había pasado antes y más sin ninguna aparente razón porque no había soñado nada. El seguir recostado y tratar de dormir comencé a sentirme extraño, es muy difícil describirlo, pero sentía como si me estuvieran arrancando algo dentro de mí.
No sentía ningún malestar físico, no me dolía nada, era más bien mental/espiritual. Sentía como una combinación de todos los sentimientos/emociones negativos: miedo, desesperación, ansiedad, tristesa, estrés, desesperanza --agregua aquí todo lo negativo que se te ocurra-- multiplica todo al máximo y eso es solo una parte.
Al principio supuse que quizás había soñado algo que no recrodaba y me había como "traído" los sentimientos del sueño, como cuando tienes una pesadilla y no puedes dormir otra vez por el miedo. Así que me senté un rato en mi sofá esperando poder tranquilizarme un poco. Pasó lo contrario, al sentarme me sentí aún peor, era como si algo desde abajo estuviera succionando o arrancándome el alma poco a poco. Sentía como eso que jalaban dentro de mí se iba desplazando y abandonando mi cuerpo poco a poco y con esto todo el malestar ya mencionado se intensificaba. Mientras lo que sea que estuviese saliendo de mi cuerpo me iba dejando, también lo hacia mi consciencia, no como cuando se queda uno dormido, si no que sentía como me iba apagando poco a poco. Tenía le sensación de que si aquello me dejaba por completo iba a caer muerto.
Caí en la desesperación porque no sabía que hacer, lo único que se me ocurrió fue encender la laptop que tenía frente a mi (que afortunadamente encendió rápido). Puse la primera canción que encontré, me coloqué los audífonos y comencé a tratar de pensar solo en la canción y la canté en mi mente. Con esto me distraje de todos los malos sentimientos/emociones que me habían invadido y así sentí como todo comenzaba a regresar a la normalidad, como si aquello que me estaba siendo arrebatado comenzara a volver a su lugar y toda influencia de quien hacia eso comenzara a disiparse lentamente.
Esta experiencia me hizo replantearme muchas cosas como que el control de las emociones es necesario para hacer frente a este tipo de experiencias. Años después tendría mi revancha de la cual hablaré en la siguiente parte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario