El mundo había sido azotado por una especie de plaga zombie. La población había sido diezmada, pero en cierto punto se logró contrarestar la plaga y comenzar a reconstuir la civilización. Se habían creado pequeños asentamientos "seguros", contaban con algo de tecnología, pero a causa de la guerra con los zombies esta era poca y atrasada para lo que había antes. Curiosamente el asentamiento donde me encontraba tenía un estilo del Viejo Oeste. Había calles, pero cubieratas de tierra y ramas secas, todos vestían con sombreros y gabardinas vaqueras. En su mayoría todos portaban algún arma porque aunque había seguridad dentro de los asentamientos podía pasar cualquier cosa.
Para salir se requería un permiso especial, como yo no lo tenía tuve que escabullirme fuera de los controles. Fuera de ellos había presencia policiaca, pero era menos que dentro de los asentamientos, había que mirar por encima del hombro todo el tiempo. Casi todos sabían que el origen de la infección, esta estaba dentro de un volcán cercano, ahí dentro se encontraba una criatura, no sabiámos si era humana o semihumana, pero todos lo infectados funcionaban como colmena y esa cosa los controlaba. Solo había que acabar con él para terminar con todo.
El volcán estaba muy fortificado, pero yo conocía una ruta que nos llevaría directamente con este ser. Estaba tratando de reclutar algunas personas para esta tarea, con 4 o 5 personas hábiles podríamos terminar con todo. Pero mientras más buscaba, nadie quería unirse a la tarea, todos se preocupaban más por reconstruir sus vidas y nadie quería ponerla en juego; inlcuso recuerdo ser rechazado por Brock Lesnar que estaba esforzándose en construir una pequeña casa para su famila hahaha.
Molesto pot la negativa de todos de salvar a la humanidad me dirigía solo al volcán. Salía de la zona que tenía presencia policiaca rumbo a la "tierra de nadie", antes aún podía tener ayuda de la policia, pero aquí solo aplicaba la ley del más fuerte. Tenía siempre la mano en la katana que tenía a mi costado izquierzo, la otra cerca del arma que tenía en la funda en mi pierna derecha o en el cuchillo de caza que llevaba en la espalda baja. Mi gabardina roja me daba un aire de alguien que sabía defenderse, pero no en todos los sueños soy cool y debo admitir que había dos detalles que me hacían sentir estúpido. Por algún extraño motivo los calzones siempre se me bajaban por dentro del pantalón; debo decir que no era nada que se viera desde fuera, pero por más que los acomodaba siempre se bajaban y además llevaba una sudadera amarrada a la cintura que por algún motivo no me quería deshacer, cada 2 o 3 minutos tenía que ajustarla y eso era muy molesto.
Mientras ajustaba mi sudadera, observaba como dos hombres trataban de asaltar a una mujer, con espada en mano logré ahuyentarlos, la mujer dijo que se había descuidado un momento y que había dejado su arma un par de metros a la distancia y estos individuos aprovecharon, me dijo que no era buena en combate cuerpo a cuerpo, pero con su arma podía matar a cualquiera de donde fuera, me agradeció porque sabía lo que estos hombres harían con ella, me preguntó que hacia en esa zona y le conté de mi plan, ella decidió unirse a mi al odiar la nueva sociedad.
Al comenzar a caminar un poco un tipo con toda la finta de vaquero; es decir hasta sombrero y botas, con un aire relajado y mientras giraba una pistola con sus dedos dijo que había escuchado toda la conversación y dijo que quería unirse, el amaba la adrenalina del combate, lo dejé unirse porque ya había escuchado de él, no era un mal tipo, ni mataba a nadie que no tratara de atacarlo primero y sabía que tenía la reputación de ser un pistolero muy velóz.
Los tres escalamos una barrera hecha con autos viejos hacia una colina que tenía algunas casas juntas, ahí empezaba el dominio de los zombies, con mi katana y cuchillo en mano iba enfrente, yo tenía mejores habilidades de combate que con la pistola, dejaba que mis compañeros me cubrieran desde atras y yo reaccionaría rápido si algún zombie salía a la corta distancia.
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