Bitácora 10/20/24: El sacrificio

    El día anterior había dormido hasta muy tarde, por lo tanto, desperté a medio día, me debatía entre si pararme o seguir en la cama, mientras lo pensaba cerré los ojos y comencé a soñar despierto, volví a abrir los ojos un momento y decidí usar esa somnolencia para tratar de forzar un falso astral. Volví a cerrar los ojos y justo cuando sentí que me estaba quedando dormido imaginé una cuerda frente a mi, la cual tomaba para "salir" de mi cuerpo, solo sentía las cosas a mi alrededor, pero no veía nada más que una luz muy, muy brillante que venía detrás de la puerta de mi habitación, sentí un poco de miedo e imaginé una katana a mi lado y al girar mi cabeza ahí estaba, la tomé y no tengo idea de por qué, pero no quise atravesar la puerta hacia la luz, si no que subí la cuerda y atravesé el techo, y solo solté la cuerda hasta que mis pies sintieron el piso.

    Estaba adentro de una casa, recuerdo quedarme inspeccionando los detalles de aquel lugar, ya que como he mencionado en otras entradas lo que llamo "falsos astrales" se sienten diferentes a los sueños normales y tienen muchos más detalles; como que el ambiente tiene como mas "peso". Al abrir la puerta de entrada me encontraba en un lugar un extraño, parecía una especie de ciudad, la zona donde me contraba solo había calles peatonales hechas de piedra, había muchas mesas en las banquetas para negocios que precían ser pequeños restaurantes o cafés, al alzar mi vista y esperar ver el horizante lo único que pude divisar eran más de esos pequeños edificios que había en todas partes y más calles, pero como si todo estuviera dentro de una esfera, tenía que alzar mi vista hasta su punto más alto para ver una especie de cielo, que era falso.

    Un hombre de uniforme como si fuera un guardia o un soldado me dijo que ese satélite artifical había sido creado para albergar vida fuera de un sistema solar, que mucha gente ahí había sido raptada para cumplir ciertas funciones y algunos solo habían sido seleccionados como sacrificios que eran necesarios para que funcionara ese lugar, mientras decía eso último me lanzó una mirada inquisitiba. Me comenzaron a rodear más soldados de menor nivel, usaba la espada que había traído desde el princio del sueño para defenderme, pero no les hacía mucho daño, por algún motivo al impactarlos se doblaba y solo hacía cortes ligeros, también había soldados a lo lejos arriba de los edificios disparándome flechas; aunque estas, los golpes y cortes de los que me atacaban de cerca no me lastimaban tanto, al ser muchos guardias comenzaba a doler y hacerme sangrar, tuve que imaginar una armadura de diamante, lo mimso hice para una nueva arma, imaginaba que había dejado una espada de diamante en la casa donde comencé y al llamarla venía a mi, con esta podía temrniar con los soldados de manera muy sencilla, pero no dejaban de llegar, me sentí abrumado y traté de huir de ese lugar.

    Mi cuerpo era muy ligero y se movía a gran velocidad, lo que hizo que pudiera alejarme rápidamente. Aquí es donde el sueño se vuelve un poco curioso. Llegaba a una especie de zona alejada de la ciudad, como un valle verde en medio de un bosque, aquí se encontraban dos chicas jóvenes practicando tiro de arco, cuando las ví sabía que las conocía un poco y ya había hablado con ellas en ese lugar, no estoy seguro si tuve ese sueño antes que este donde estaba en ese lugar y hablaba con ellas o había soñado eso algún otro día.

    Les decía que me ayudaran, que si de verdad ellas veían bien el raptar y sacrificar gente, que si para eso entrenaban, se miraron entre ellas con culpa y me indicaban que camino seguir, me dijeron que al final del camino encontraría una cápsula que me sacaría de aquí, mientras se giraban y comenzaban a disparar flechas a los guardias que ya se acercaban para ganarme algo de tiempo, al mismo tiempo me decían que lo hiciera con prisa, ya que habían liberado a los "limpiadores", mientras decían esto tuve una especie de visión de dos criaturas que habían sido sacadas de sus celdas, pero eran invisibles, quizás se percibian como del tamaño de una rata grande, pero podían comer todo a su paso y se movían a una gran velocidad.

    Atravesaba el bosque y de repente todo se volvió como especie de mansión antigua, pero como si ahí viviera un gigante. Mientras más avanzaba todo comenzaba a convertirse como en una espcie de laboratorio, pero en algún punto solo había algunos estantes colgados y donde debía haber piso solo se encontraba un vacío sin fin. Tuve que tomar mucho impulso y calcular bien mis saltos para no caer mientras las criaturas estas cada vez se encontraban más cerca, al final de ese pasillo lograba ver la cápsula que me habían mencionado, esta era transparante y se encontraba suspendida en el aire, apenas conseguí entrar, cerrarla y alzarla un poco más de donde estaba cuando sentí a los "limpiadores" que brincaron para poderla alcanzar pero no lo lograron, mientras me alejaba observé como al no alcanzarme comenzaron a comer lo que estaba su alrededor, paredes, metal, los estantes y todo lo que estaba asu alcance.

    La cápsula se movía sola y me llevó de regreso por los lugares que había atravesado ateriormente, al regresar donde se encontraba el jefe de los soldados, solo dijo: "jugaste bien, puedes irte, siempre hay más opciones", le mostré el dedo y me dijo que solo me fuera, que si insistía podía poner más obstáculos. Atravesé con la cápsula lo que parecía un pasillo que daba a la salida que al mismo tiempo por alguna razón era un supermercado y desperté antes de poder ver salida.




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