Diario Entrada 13: El yo interno

         El recuerdo está bastante fresco aún. Era alrededor de septiembre del 2019, ese mes pasaron más cosas que todos mis años anteriores juntos. Unos días anteriores al sueño, había platicado con una amiga y su hermana acerca de muchas de mis expriencias oníricas, la hermana de mi amiga me hizo una sugerencia un tanto interesante; no estoy estoy si la entendí como ella esperaba, pero definitivamente algo salió de ello. En pocas palabras me dijo que en sueños me viera a mi mismo como parte de un yo mayor, hacia afuera y hacia adentro. Hasta ese entonces no se me había ocurrido nada parecido así que no perdía nada.

         No recuerdo exactamente que estaba haciendo en el sueño, hasta que la memoria hizo eco de aquella idea comentada anteriormente, quizas solo paseaba por una ciudad o me enfrentaba algún ente que quería atacarme, no lo recuerdo bien. Me aburrí y me senté a pensar, traté de percibirme como la hermana de mi amiga me dijo, como parte de un ente mayor, la verdad no sentí nada, no conexiones, nada extraño, nada de nada. Así que intenté lo opuesto, traté de percibirme hacia adentro. Para quien no este familiarizado le será extraño todo esto, pero en otras palabras traté de dejar de sentirme como en el mundo real (carne y hueso) y traté de sentir ¿qué era ese yo de los sueños? con mis manos comencé a introducir mi dedos en el área de las costillas hacia adento, tratando de ver si mi yo en sueños era sólido, era quizas maleable, o incorpóreo tal vez; no era nada de eso, creo que lo más cercano será decir que era como un cascarón. Cuando la mayor parte de mis manos estuviron dentro de mi, fue como si ya no hubiera sueño y solo era yo viendo hacia dentro de mi y ese yo comenzaba a volverse más grande y por dentro solo había energía de color púrpura/azul fluyendo, en medio de todo. Había una especie de esfera, con mis manos aplaste dicha esfera, eso fue como hacer click en un botón.

       Seguía soñando, pero fue como despertar. Estaba una habitación muy grande, podía sentir la luz del sol penetrando, pero no mucho ya que había cortinas gruesas cubriendo las ventanas, así que gran parte de la habitación se sentía obscura. Estaba como de rodillas en una cama grande, delante de mi estaba este ser que creo que lo más acertado para describir sería como un perro hecho de globos como los que hacen los payasos, solo que de mi tamaño, su textura era como hecha de tela, sus colores obscuros, sus extremidades estaban acomododadas un poco como las de nosotros, además del toque grotesco y deforme que tenía. Luché con él, no era como las simples sombras que había enfrentado antes, este individuo era fuerte, además de que sus extremidades se alargaban a voluntad. Fue cansado (si como ese cansancio físico, pero en sueños), pero lo pude someter y absorbí su energía la cual me revitalizó, al hacer esto el ser se volvió polvo. Giré mi vista para apreciar la habitación donde estaba, primero sentí como otras muy pocas veces que ese sueño no venía de mi mente, todo era sólido, como previamente calculado y hecho. A contraesquina sentí una energía muy negativa, había un ser que era como formado por muchas partes, asemejaba un robot, de gran tamaño; no sentí miedo, ni sentí que fuera más fuerte que yo, pero tampoco más débil, no quize enfrentarlo, ni el quizo enfrentarme, solo se fue. De inmediato supe que tenía unos segundos antes de despertar, mis últimas fuerzas se fueron en tratar de salir por la ventana y saber que había afuera, sentí un grandísimo afán por esto. La cortina por más que la corría no tenía fin, era como infinita, sabía entonces que no funcionaría. 

       Como el sueño no era manipulable utilicé toda pizca de voluntad y energía en hacer un hoyo a la cortina y romperla, pero fue tarde o quizás mucho el esfuerzo ya que para cuando abrí la ventana desperté.






     

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