Diario Entrada 29: Señales del Cielo

    Tiene algún tiempo que no escribo nada para el blog, no es porque no haya tenido sueños (tengo entre 3 y 5 sueños por día), si no porque quizás no creía que valían la pena para el blog y los que si, o no los recordaba los suficientemente bien o no hallaba la manera de narrarlos para que tuvieran sentido. De hecho este no lo recuerdo del todo, pero tenía mucho tiempo sin sentirme extraño después de despertar.

    Parece que algunos habitantes de este extraño mundo no se rinden con tratar de seducirme, aunque también debo decir que es difícil mantenerse firme cuando no soy consciente al 100% en mi sueño. No me enorgullece decir que parcialmente esta vez caí en la trampa. En medio del acto me di cuenta de que disimuladamente aquella mujer me había puesto un extraño artefacto, esto me hizo ponerme en estado de alerta priorizándolo sobre la lujuria. Apartándome rápidamente le pregunté que era ese extraño dispositivo, ella me dijo que era para recolectar mi semilla (no supe como más llamarlo XD) la cual necesitaban. Esto levantó todas las banderas rojas existentes para mi, me quité ese extraño aparato y con la mente lo desintegre.

    Al salir a la calle ya con la consciencia liberada al 100% por lo que había pasado, sentí a lo lejos la presencia de alguien extraño, se sentía como fuera de lugar. Tardé un poco en encontrarlo, su apariencia era de un hombre maduro, bastante alto, su cabello era un poco largo, le llegaba hasta la base del cuello, tenía una barba de unos 5 días, lo más destacable era que tenía una presencia imponente, pero a pesar de ello no lo sentía como alguien malvado, ni siquiera parecía tener algún interés en mi. Como referencia tenía un aspecto parecido al de Zangetsu de Bleach.

    Mientras lo seguía a paso rápido tratando de obtener alguna información de él, el escenario por donde íbamos caminando cambiaba constantemente, pero no era como si cambiara de la nada, es extraño de decir pero parecía normal, de repente caminábamos por algunas casas a las afueras de una ciudad, de repente por un estacionamiento subterráneo, luego cambiaba al centro de una ciudad, después a un campo, luego por un camino de árboles, etc. Todo el escenario cambiaba en un segundo, pero sin ser abrupto. Por el ritmo al que caminaba ese individuo parecía tener algo de prisa, como si quisiera llegar al final de un laberinto donde solo él sabía como salir. 

Aquí viene la parte frustrante porque sé que le hacía mil preguntas, batallaba mucho en que me diera alguna respuesta, pero sé que obtuve alguna información importante que no recuerdo. Creo haberle preguntado sobre el por qué de ciertos sueños, cómo controlar el no despertarme, así como muchas otras cosas más. 

En algún punto mientras cruzábamos por algunos edificios se detuvo en medio de una pregunta que le hice y solo me contestó que debía observar las señales del cielo, al fijar mi mirada hacía arriba observaba lo que parecían ser nubes, pero tenían forma de personas gigantes, pero no normales, como si alguien hubiera tratado de tallar una figura de madera con forma humana, pero de manera burda, aquella nubes iban de manera horizontal como si las personas estuvieran acostadas y todas fueran hacia el mismo lugar en medio de un cielo rojizo. Esta imagen me estremeció por completo tanto que al despertar seguía perturbado.




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