El Martillo de los Justos:
Me encontraba en un salón de clases muy parecido al que tuve cuando me encontraba en 3° de Secundaria. Todos los alumnos se encontraban en silencio y a la expectativa; el ambiente era tenso, se podía respirar en el aire. El salón se encontraba cerrado y aunque no lo intenté, sabía que no iba a poder salir de una manera convencional o que me iba costar mucho trabajo; igual esperé para ver que pasaba, quizás algo interesante venía. De repente, entró lo que sentí y supé era un demonio, este parecía humano, pero al mismo tiempo dejaba ver su características de demonio, como una cola saliendo se sus pantalones y sus expresiones eran demasiado grotescas.
Al entrar lo hizo con una expresión muy arrogante. Se paró frente el pizarrón blanco que se encontraba al frente del aula como si fuera el profesor y después dijo que todos estábamos encerrados con él y a su merced, la única manera de escapar de ahí era robándole lo que salía de su bolsillo; en ese momento con su mano señaló como de uno de los bolsillos de sus pantalones sobresalía un bonche llaves y junto con ellas lo que parecía un llavero de un martillo.
Este martillo era quizás de unos 8 a 10 cm de largo y era dorado, parecía ser de oro y estar hecho a escala de uno normal. Aquel monstruo dijo que el "martillo de los justos" era lo único que nos daría la libertad y que nos atreviéramos a quitárselo si podíamos. Dicho esto se giró y comenzó a dar una "clase", con esto comenzaba a escribir lo que creo era un problema matemático. En ese momento supe que tenía que moverme rápido, sabía que ese demonio no esperaba que alguien lo intentara tan pronto y más porque todos estaban petrificados del miedo. La energía que hemanaba no era fácil de manejar por eso estaba confiado de que nadie intentaría nada o al menos tan pronto. Me moví sigilosámente y me agaché justo enfrente del escritorio para estar cerca de él, pero sin que me viera; entonces, usé todas las habilidades de sigilo que había aprendido hasta ese momento y me coloqué detrás de él y tomé el manojo de llaves junto con el martillo.
Sabía que pasarían solo un par de segundos antes de que se diera cuenta que ya tenía sus llaves. Entonces, usé el martillo rápidamente para dibujar una puerta en la pared, pero después de dibujarla no podía abrirla, solo se había vuelto como un dibujo en una hoja; metí los dedos dentro de la perillla dibujada lo más profundo que pude y jalé para forzar la puerta a llevarme a algún otro lugar. Al entrar, ni siquiera me fijé bien donde estaba. Sabía que lo primero que pensaría aquel demonio fue que me heché a corrrer para pederlo, pero hice lo opuesto, me puse justo arriba de la puerta, así que al entrar el demonio y dar un paso, regresé por la misma puerta de regreso al salón, eso me daría otro par de segundos en lo que él se daba cuenta esto.
Usé ese par de segundos para dibujar otra puerta justo al lado de la primera, al entrar y cerrarla detrás de mi comencé a dibujar candados y piezas de metal, también estructuras métalicas para mantener la puerta cerrada y a mi fuera del alcance de aquel demonio. Este comenzó a rugir y a golpear la puerta un par de segundos después de haberla cerrado. No importaba que creara, la fuerza del demonio era tal que la puerta se comenzaba a romper y abrir, pensé rápido entonces y me dije "no creo que crea que voy a usar el mismo truco dos veces, pero lo haré", así que me puse de nuevo arriba de la puerta en lo que él entraba y repetí la misma maniobra y con esto regresé al salón de clases. No sabía que hacer para quitármelo de encima de una buena vez y por alguna razón sabía que pelear iba a ser inútil, así que lo que se me occurió fue usar la facilidad de dibujo del martillo para dibujar un rectángulo donde ambas puertas estuvieran dentro y después doble esa sección de la pared sobre si misma para que las puertas quedaran una enfrente de la otra sin dejar ningún espacio, así que el demonio solo podría saltar entre esas dos dimensiones sin poder regresar.
Funcionó, porque dejé de sentir su presencia. Ya con él sin molestar, usé el martillo para dibujar otra puerta y poner el nombre de una amiga sobre esta; con la esperanza de ver si podía visitarla en sueños. Al entrar, muy apenas podía ver, parecía estar en una especie de mansión, esta me daba un vibra extraña como si tuviera que estar alerta. Comencé a gritar el nombre de mi amiga, pero la casa parecía estar sola. Después de un rato alguien me respondió a lo lejos y aquella voz me dijo que la ayudara con algo; me pidió entrar a una habitación. Al principio me sentí feliz porque pensé que era mi amiga y quizás había conectado con ella en sueños, pero luego pensé en no dejarme engañar y más porque solo escuchaba su voz y casi no se veía nada. La habitación de donde me había llamado era muy larga, y al entrar lo primero que hice fue poner una serie de obstáculos y yo entrar armado para cualquier cosa que fuera tendría tiempo de defenderme si me quería atacar.
Al pedirle a ella que se acercara, para mi sorpresa me di cuenta de que si era mi amiga. Le explicaba que estábamos dentro de un sueño y le mostré evidencia de que si (haciendo cosas que solo se podían en sueños), y que ya que despertáramos veríamos si en efecto habíamos conectado. Le enseñé mis habilidades con las puertas y visitamos 2 dimensiones diferentes, no recuerdo que había en ellas.
No, desafortunadamente mi amiga no recuerda haber compartido ese sueño
Bola de Nieve en el espacio
No tengo idea de por qué en este sueño a veces era un simio, otras no. Nada en este sueño tenía sentido, aunque, en cuál si? hahaha
Mi buen amigo John Cena, había sido arrestado bajo sospecha de un crimen terrible y su única coartada era que en el momento del crimen el había ido a comprar una bola de nieve de regalo; la cual sacó de su bolsillo y mostró a los policías. Estas bolas de nieve no eran como cualquiera, eran de edición limitada y solo se vendían en un solo lugar: la luna!!!, si la luna. La mayoría de los policias estuvieron de acuerdo en que se debía verificar la coartada, porque aún cabía la posibilidad de ser algo inventado. Solo había una solución: yo, el mono; amigo de John Cena, debía ir al mismo lugar donde él había comprado su bola de nieve y traer una igual, con eso comprobaría su coartada y su inocencia; ya que probaría que él no estuvo presente en la Tierra, ya que las bolas venían marcadas con la fecha y hora de venta y al tener otra referencia de la misma máquina se podría comprobar su veracidad.
Para volar a la luna volábamos yo y mi papá en una nave de su propiedad y que tenía un permiso especial. Parte de mi responsabilidad era llenar los tanques de oxígeno lo cual no hice y estuvimos a punto de ahogarnos en el espacio (creo que al contener la respiración en el sueño estoy seguro de que lo hice en la realidad). Dentro de la carga encontré una bolsas cerradas que contenían algo de oxígeno dentro y que nos sirvieron para apenas llegar con vida.
En la luna no había turismo, solo había estaciones militares y de trabajo, como de minería, pero si tenían lugares de entretenimiento para quienes vivían ahi. Al llegar, extrañamente ya no era un simio; hablaba con el dueño de una mina que era amigo de mi papá el cual nos había dejado alunizar y dormir ahí, también me dió algunas indicaciones de donde estaba la máquina de bolas de nieve.
En esencia, obtuve una bola de nieve de una a máquina expendedora (como las de los dulces) que era de souvenir limitados, que estaba en medio de la nada en la luna, regresar a una mina para tomar un cohete propiedad de mi papá, donde a veces era un simio para exonerar a mi amigo John Cena.